Querido Ozzy
Querido Ozzy: No sé cómo empezar a escribir esto sin llorar. Ayer el mundo se detuvo. Se quebró algo en el aire, como si un eco enorme, hecho de gritos, distorsión y ternura, se apagara de golpe. Ayer te fuiste. Y aunque sabíamos que estaba cerca, nada me preparó para esta tristeza. Porque no solo te fuiste tú, Ozzy. Se fue un pedazo de la historia del mundo, de mi historia. Un pedazo de todos los que alguna vez soñamos con ser libres, salvajes, distintos. De todos los que encontramos en tu música un hogar donde sí encajábamos. Pero no quiero que esto suene trágico. Quiero que suene agradecido. Gracias, Ozzy. Gracias por tanto. Por cada riff. Por cada locura. Por cada concierto. Por cada palabra que se convirtió en refugio. Por convertir la oscuridad en arte. Por no rendirte nunca. Ni siquiera cuando tu propio cuerpo te pedía que pararas. Te vi hace 18 días en tu concierto de despedida en Birmingham. Lloré, Ozzy. Como las más de 40.000 personas que estaban allí, com...